"No estoy hecha para bajar de peso" "No tengo fuerza de voluntad" "Para otros es súper fácil, pero a mí me parece un sufrimiento" "nunca lo conseguiré" "si digo que quiero perder peso voy a parecer un bicho raro"...
¿Te suenan estas palabras?
Si esto ha resonado contigo, estás en el lugar adecuado. Te voy a decir una primera verdad que puede que no supieras o que supieras pero de una forma superficial y poco concreta: No está mal que quieras bajar de peso de manera saludable. Es más, es algo que probablemente te hará sentir mejor física y psicológicamente. Lo digo porque la sociedad es muy contradictoria y tan pronto te vende que lo que se lleva ahora es estar en forma, como que si el viernes no tomas unas cervezas eres una aburrida, por lo que no tomar cerveza es malo. Pero claro, la cerveza está llena de calorías vacías, entonces va en contra de tu idea de alimentarte de manera de adecuada para perder peso... y antes habías dicho que no tomar cerveza era malo, entonces ¿Es malo querer perder peso? Normal que se cree en tu cabeza un conflicto de los grandes. Y así con muchas otras cosas que hacen que te boicotees con este objetivo. Por cierto, hablo de cerveza, como podría hablar de refrescos o comidas basura...
Así que primera verdad: siempre que no sea de manera enfermiza, querer perder peso es bueno. Te lo digo para que confíes en tí cuando tomes esta decisión y te mantengas fuerte en ella.
Voy con la segunda verdad. Puede que lo lleves intentando mucho tiempo sin resultados, que te encuentres frustrada y que creas que jamás lo lograrás, pero te voy a contar un error que comete la mayoría de la gente cuando se plantea este objetivo que quizás te haya ocurrido: empezar a ponerte en acción antes de haber trabajado tu interior. Ponerte a dieta, apuntarte al gym, comprarte esas "pastillas milagrosas".... no te llevarán a nada si no crees desde tu interior que lo lograrás, es decir, si no confias en ti. Y esto solo se puede trabajar mirando hacia tu interior.
Segunda verdad: ponerte en acción sin haber trabajado tu interior aumenta la probabilidad de tu fracaso. También es importante que en este trabajo de tu interior trabajes la aceptación de tu físico en el momento presente, porque el rechazo solo te hará entrar en un estado emocional que poco te va ayudar a conseguir el obetivo que quieres lograr. Mencionar aquí, que aceptar no significa hacer que te encante tu cuerpo, es aceptarlo tal y como es.
Ya tienes dos certezas: querer adelgazar es bueno y antes de ponerte al lío es mejor trabajar tu interior, tus creencias, para poder lograrlo.
Voy con la tercera y última verdad: una vez te pongas en acción es muy importante seguir trabajando la confianza, entender que estás plantando la semilla y que si no la riegas no crecerá. Si te enfocas en la semilla, te frustrarás, si te enfocas en regar la semilla, será más fácil para tí. Entendiendo que el regar es lo que te hará ver la semilla florecer en el futuro.
Lo que quiero decir es que no te obsesiones con perder peso, pues esta obsesión te llevará a la frustración o a conductas contraproducentes. Mejor centrate en el proceso y en disfrutar del mismo.
Tercera verdad: Centrarte en el proceso desapegad@ de los resultados te llevará al éxito.
Si quieres más información, Miguel Pelayo (entrenador pesonal) y una servidora estamos creando un programa para poner todo esto y mucho más en práctica y acompañarte en este proceso de transformación. Puedes escribirnos al siguiente correo hola.somosuno@gmail.com contándonos tu situación y nos pondremos en contacto contigo.
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